DESDE EL ESCRITORIO DEL SHALIAJ: FRANCISCO JAVIER (COSTA RICA)
EL SHABBAT: UN SABOREO PREVIO
INTRODUCCIÓN: En el primer Shabbat de la historia no hubo oscuridad. La Luz duró aproximadamente 36 horas (Midrash Raba Bereshit 11.2)
El Shabbat ejerce un profundo efecto sobre toda la semana. Si en nuestras vidas diarias
experimentamos no solamente el impulso hacia el logro sino también la satisfacción por lo
que se ha logrado; si tenemos la capacidad no solamente de vencer la realidad prevalente sino
la de transformarla en una aliada y amiga, si nuestra vida no es solamente una permanente
búsqueda, sino también una serie de logros: eso es Shabbat.
Shabbat es una isla de descanso en un mar de flujo, irradia de su esencia a los demás seis componentes del tiempo. Pero si todos los días de la semana tiene algo de Shabbat en sí,
en el Shabbat mismo ingresamos en una dimensión del tiempo cuya esencia es el descanso y la tranquilidad.
"Seis días trabajarás" ordena la Toráh, "y harás todo trabajo"; el séptimo día es Shabbat para Elohim.
¿Pero cómo le podemos decir a una persona que "haga todo su trabajo" en seis días. Incluso concluir "todo su trabajo" en el curso de todo una vida no es ninguna hazaña pequeña.
Pero en Shabbat explican nuestros Sabios "todo tu trabajo" está en efecto "hecho".
El Shabbat no es sólamente una ruptura en la faena de la vida, sino un saboreo previo y un vistazo de su máxima corrección. En Shabbat déjamos de luchar contra todo el mundo no porque la tarea de perfeccionarlo este en "espera", sino porque en Shabbat el mundo es perfecto, nos relacionamos con aquello que es inmutable y perfecto en él.
En Shabbat déjamos de librar batalla contra la oscuridad no apenas para recuperar nuestras fuerzas para el próximo asalto, round, sino porqué en Shabbat no hay oscuridad.
La Luz que hemos creado a través de nuestros actos positivos, oscurecida a lo largo de la semana por el velo de la mundanalidad que envuelve nuestros días laborales, es ahora perceptible a nuestro ser más refinado.
Esto explica mejor por qué cada Domingo es de hecho, un primer día de la semana.
El Shabbat es un emprendimiento en el plano de la atemporalidad, un plano que se encuentra más allá de las luchas que caracterizan nuestras vidas de los días laborales.
A Continuación de cada Shabbat regresamos a una existencia atada de al tiempo.
El tiempo en sentido de flujo, movimiento, comienza de nuevo.
El Shabbat sin embargo no es un saboreo previo del "día que es totalmente Shabbat y descanso para vida eterna".
La semana de siete días es un microcosmos de un lapso de tiempo todavía mayor; también la totalidad de la historia de una "semana", compuesta por seis milenios de "día laboral" y un séptimo milenio de descanso, la era del Mashiaj.
CONCLUSIÓN: En el Shabbat semanal, experimentamos la perfección que se ha logrado en los pasados deis días a través de nuestros esfuerzos por desarrollar y refinar nuestro mundo, la era del Mashiaj es el tiempo en el que los combinados logros de todas las generaciones se concretarán.
REFLEXIÓN: Un tiempo en el que cada acto, palabra y pensamiento positivo de los seis milenios de la experiencia humana resultarán en un mundo verdaderamente calmado, sereno, un mundo libre de disenciones, guerras y rencillas, será un mundo unido a la bondad, sabiduría y perfección de su Creador.
Baruj Hu por el Shabbat Shalom.
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